¡Hola chicos y chicas! :)
En ocasiones tenemos invitados en casa y no sabemos que pica-pica preparar. Así que hoy os propongo unas croquetas de marisco que estoy segura que no os sobrará ni una de lo deliciosas que están.
Ingredientes (16 unidades aprox):
Para el relleno:
300g de mejillones
6-8 gambas o langostinos
1/2 cebolla
1 diente de ajo
Agua
Aceite de oliva
Harina
Huevo
Pan rallado
Para la bechamel:
400ml de leche
2-3 cucharadas soperas de harina
Mantequilla
Nuez moscada
Sal
Tiempo de preparación:
45 minutos (+ 1h 30min para que enfríe la masa)
Paso a paso:
Empezamos abriendo los mejillones en una cazuela con un poco de agua. Una vez abiertos, retiramos las cáscaras y reservamos los mejillones y el caldo de los mejillones.
Pelamos las gambas y las reservamos junto a los mejillones.
Hervimos las cabezas de las gambas en el caldo de los mejillones unos 5 minutos. Desespumamos y reservamos el caldo que hemos preparado.
En una sartén con un poco de aceite de oliva sofreímos la cebolla y el ajo, bien picadito todo.
Mientras se cocina la cebolla y el ajo, picamos los mejillones y las gambas, y los añadimos a la sartén.
Añadimos un poco del caldo que hemos preparados (unos 100ml) y dejamos que se cocine todo junto. Reservamos el relleno de las croquetas.
Ahora preparamos la bechamel, más espesa de lo habitual. Ponemos una cucharada de mantequilla en una sartén. Añadimos la harina y la cocinamos un poco. Vamos añadiendo chorritos de leche y removemos sin parar. Espolvoreamos una pizca de nuez moscada, le damos el punto de sal al gusto y seguimos removiendo. Veremos que la harina absorbe la leche e iremos añadiendo más leche. Repetiremos este paso hasta que consigamos una masa que se despegue ligeramente de la sartén.
Si os pasáis con la cantidad de leche y os queda líquida de más, añadid más harina para espesar un poco. Acordaros sobretodo que la masa tiene que despegarse perfectamente de la sartén, ese será el punto ideal para hacer las croquetas.
Añadimos el relleno a la bechamel. Mezclamos todo muy bien y colocamos la masa de las croquetas en un plato para que se enfríe a temperatura ambiente, 1h aprox. Si es más, mejor, más compacta tendremos la masa y más fácil de manejar será.
Ya sólo nos falta freírlas. Ponemos una sartén con abundante aceite de oliva para que cubra las croquetas. Cuando esté bien caliente, vamos poniendo las croquetas, las freímos vuelta y vuelta hasta que cojan un color doradito y las retiramos en un plato con papel de cocina absorbente.
¡Y ya las tenemos listas! ¡A comer!
¿Qué os han parecido? No me diréis que no tienen una pinta deliciosa. Yo las hago pocas veces porque son un poco laboriosas de preparar, pero cuando las hago, aprovecho para hacer de más y congelarlas para más adelante.
¡Buen provecho!