Croquetas de cocido de pollo

Hola chicos y chicas! :)

La receta de hoy es algo que viene ideal en tiempos de crisis y es que para prepararla, vamos a aprovechar sobras. 

Ingredientes:

Pollo cocido (el que hemos usado para hacer caldo)

700ml de leche

4-5 cucharadas soperas de harina

1/3 cebolla pequeña

Mantequilla

Nuez moscada

Sal

Tiempo de preparación:

30 minutos (Y 1 hora más para que se enfríe la masa)

Paso a paso:

Aprovechamos el pollo que hayamos usado para hacer caldo (muslo, pechuga...) y lo desmigamos bien. Reservamos.

Ahora preparamos la bechamel, más espesa de lo habitual. Ponemos una cucharada de mantequilla en una sartén y añadimos la cebolla bien picada. Rehogamos hasta que esté pochada, pero no dorada. Añadimos la harina y la cocinamos un poco. Vamos añadiendo chorritos de leche y removemos sin parar. Espolvoreamos nuez moscada, le damos el punto de sal al gusto y seguimos removiendo. Veremos que la harina absorbe la leche e iremos añadiendo más leche. Repetiremos este paso hasta que consigamos una masa que se despegue de la sartén. Añadimos el pollo y lo mezclamos todo bien. 

Si os pasáis con la cantidad de leche y os queda líquida de más, añadid más harina para espesar un poco. Acordaos sobretodo que la masa tiene que despegarse perfectamente de la sartén, ese será el punto ideal para hacer las croquetas.

Cuando tenemos la masa lista, la dejamos enfriar a temperatura ambiente una hora. Si es más, mejor, más compacta tendremos la masa y será más fácil de manejar.

Preparamos el huevo batido y el pan rallado. Formamos las croquetas y las pasamos, primero por el huevo y después, por el pan rallado. Y si queréis aseguraros que os queden bien crujientes por fuera, volvéis a repetir el proceso. Las pasamos de nuevo por el huevo y el pan rallado. Esto ya es a vuestro gusto!

Por último, ponemos una sartén con abundante aceite de oliva para que cubra las croquetas. Cuando esté bien caliente, vamos poniendo las croquetas, las freímos vuelta y vuelta hasta que cojan un color doradito y las retiramos en un plato con papel de cocina absorbente.

¡Y ya las tenemos listas! ¡A comer!

¡Buen provecho!